sábado, 5 de enero de 2008

Boris (ボリス) - Flood (2000)

Los japoneses, al menos tal como los vemos en las películas (y no hay que tener muy desarrollado el sentido común), en especial en las que se puede apreciar parte de la 'cultura juvenil', están en otra COSA.
Pagar factura: desarrollo por historia, cultura e identidad (combo), eso es lo que le ocurre a la gente por allá, esa constante lucha entre lo que se es y lo que se quiere ser, una dialéctica vital de la realidad y la fantasía, tan común en el 'anime' y ¿por qué no? también en su vida diaria.

No solo saltos cuantitativos y cualitativos ha dado la nación nipona: educación, salud, tecnología, etc. pero a ¿qué precio?

Más allá de la mitología presente en las culturas originarias del Asia continental y su extensión hacia las islas, se ha refundado un país de las cenizas de las guerras, se ha sacrificado un par de generaciones en el proceso de reconstrucción de un país, y lo que hay hoy, es un mundo de video juegos, high-speed conection, coca-cola, evangelion, psicodelia, drogas sintéticas, fashion extremo e incertidumbre.

(Válvulas de escape, no me vengan a decir que la vida es color 'oro' allá, ha de ser igual a la de acá y más jodida aún!)

Preámbulo necesario para poder hablar de Boris (pueden usarlo también para desarrollar apreciaciones sobre cine, fotografía, pintura, otros artes), banda formada a principios de los noventas en pleno proceso de desintegración del metabolismo (gigantismo) económico, en plena crisis japonesa. Y como no, rock tenía que ser el lenguaje de un trío de jóvenes barados en el superávit de todo.

Dos opciones: irse al carajo e inyectarse al futuro de 'filas indias' para marcar tarjeta en una fábrica de toyota (que las hay todavía) u optar por la introspección artística y contagiar al mundo con una propuesta rompecabezas de rock duro y sin concesiones (del bueno, del que escasea).

La segunda opción nos tiene acá, después de varios albumes de búsqueda y experimentación, vaya si todos son experimentales, llega "Flood" el año 2000, compuesto de cuatros temas enumerados "Flood I", "Flood II"... que vienen a ser un impresionante concepto de continuidad ambiental con intensos momentos heavy (doom, atmospheric, drone, noise, post rock, psicodelia etc, checa los estilos que pone el Wiki...) cuestionantes sobre la buena música que no siempre esta a la mano, o al oído, incluso tus gustos o en el formato pop-rock tradicional.

Y es que escuchar música de películas anime es exquisito, ¿quién no se ha enamorado de un soundtrack de esos?, o al menos un tema o dos o...
Con Boris es otro el efecto, no es consecuencia de nada previo, lo escuchas primero y el resto es consecuencia recién.

Boris, quizás debido a lo que se produce por esos lares parece de otro planeta, geográficamente (o espacialmente) y artisticamente. Y más aún tomando en cuenta que viene de un país que pudo apropiarse de lo mejor del occidente (paradojicamente también lo peor) y lo superó con mucho, especialmente a los gringos que siguen mordiéndose la cola de tanto repetir (con contadas excepciones).

Flood no es el álbum definitivo de Boris, es solo un pedazo del cuerpo musical que construyen Atsuo, Takeshi y Wata. Pedazo que espero disfruten (tanto como yo), no pretendo que le des duro a la pared con tu cabeza, pero ahí pongo "Korosu", del disco "Heavy Rocks" del 2002. ¡YEAHHHHH!






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